Una descripción pragmática de la sociedad.
El siguiente manifiesto, es una señal de alerta en un mundo de constantes cambios, los objetos y la definición, nos convierten en presa de resultados. Despues de observar la concepción de la sociedad, así como las instituciones encargadas de salva guardar la casa mental que rige la actualidad podemos percibir el paradigma predominante.
Se alimenta la ambición y la separación del todo. Es importante aclarar el significado de estas palabras, el contexto actual es el significado de cientos de años de sobre escribir pensamientos gastados, ideas que viven en el contexto de lo material, combinando este factor con ese sentido de pertenencia, diferenciarnos de otros por los objetos que poseemos, de este modo nos auto definimos en base a las posesiones que se obtengan a lo largo de la vida, nuestro lugar y diferencia con el resto se basa en esta afirmación.
El capitalismo es parte importante del detonante de esta conducta, se nos ha educado de esta forma, es así como funciona el control social. Las necesidades actuales son creadas en su mayoría, por un estado carente de criterio. Enajenado con el aspecto económico, relegando los intereses sociales, prostituyendo el territorio nacional a su antojo. Esa es la representación que escogimos. Aunque la situación no es tan simple.
Operan arquetipos diferentes en el todo galáctico, aunque es verdad, que sin fundamentos espirituales creativos, la era solar de acuario podría correr el riesgo de tambalearse. Seria un error cometer abuso de ingenuidad una vez mas, el corazón galáctico conoce las deficiencias de la humanidad, enfermos de distorsión, ambición y poder. Estamos sujetos a una realidad externa, esa ha sido nuestra elección, inconscientes del poder que nos rodea, de la fuerza de nuestras ideas, vivimos sumergidos en un mundo de pensamientos sin control.
Las civilizaciones antiguas observaban el planeta de una forma diferente, el desarrollo de nuestro potencial energético era bien conocido, en civilizaciones como los mayas e incas. El «descubrimiento» de América, de alguna forma consistió en un retroceso para la mente galáctica, estar en armonía, equilibrio con la naturaleza y las fuerzas que la rigen. Así sin darnos cuenta, quedamos sumergidos en el materialismo, fuimos incapaces de entender todo ese conocimiento, aquella simbiosis existente entre el medio ambiente y el ser humano.
Los mundos interiores son el espejo de nuestra realidad, es el interior lo que determina los parámetros de nuestro entorno material, la interacción con el medio ambiente y la frecuencia en que nos movemos influencia directamente nuestra percepción. En pocas palabras, el mundo es concebido con base en todo aquello que defina nuestras ideas, es por esto mismo que la concepción de la realidad es única para cada ser humano, es importante señalar que la frecuencia de la realidad percibida, y la información que el sujeto consuma están estrechamente ligados.
La información que consumimos, tiene una influencia directa en los pensamientos, la frecuencia de nuestro existir va de la mano de esta información. La realidad actual nos invita a sumergirnos en este camino de materialismo, sin tomar en cuenta que esta motivación material es un camino sin final. La necesidad de posesión no termina nunca, es un camino interminable, la ambición es una grave enfermedad.
Vivimos sin entender la realidad de nuestro lugar en el existir universal, separados de la forma, inconscientes de nuestra existencia, vivimos con la intención de encontrar algo, sin saber que ese «algo» ya nos pertenece, somos los ojos del universo, existimos para verlo crecer, desarrollarse, vibrar en su frecuencia de vida, somos parte de esa primera explosión, y hoy a millones de años del Big-Bang, existimos en esta realidad. Sin darnos cuenta, de lo mágico de nuestro encanto. Sin poder sintonizar, esa frecuencia llamada DIOS.
El acartonado sistema vive de nuestra ignorancia, guardando el secreto de nuestra verdadero potencial, de alguna forma la televisión, los medios, el gobierno y las organizaciones secretas, han conservado su estabilidad. Permanecen ocultos al ojo de la critica social, su actuar esta arropado con la sombra de la corrupción, la manipulación, así como el poder económico son parte de sus estrategias de control.
Existimos en un planeta que nos brinda todas las oportunidades de existencia, la tecnología en función de servir al capitalismo nos ha enseñado que obtener es poder, la realidad es tangible, limitada, y todo aquello que no pueda ser percibido por medio de los sentidos, no existe.
El ser humano parece incapaz de reconocer la armonía que existe en el universo, movemos nuestras cartas con esperanzas mundanas, obtenemos respuestas universales a problemas materiales y de poca trascendencia galáctica. El hoy es ahora, los tiempos dorados que nuestras civilizaciones antiguas habían predicho, están existiendo, es cuestión de sintonizar la frecuencia indicada. Existen cientos de técnicas para encaminar nuestra existencia a esa frecuencia de vida y de elevación. Meditación, información y amor, son solo algunas de estas técnicas ancestrales.
El camino esta trazado, las pistas las tiene nuestro yo interior, nuestro «Yo Cosmos», nuestro yo más elevado, la parte de DIOS que reside en nosotros, los ojos del universo esperando para vernos actuar…
Y tú, cuando tendrás tiempo de escuchar el silencio de la verdad…?
Hugo Patiño 